Miedo

Esta entrada empezó como un recordatorio para mí, pero también es un recordatorio para ti.

Es un recordatorio para ti, que acabas de empezar a escribir una historia. Para ti, que la acabas de terminar. Para ti, que te has atascado en medio de la trama. Para ti, que hace tiempo que no escribes por cualquier razón.

Es normal sentir miedo. Es normal tener inseguridad, pensar que no vales, pensar que lo que haces nunca llegará a ser tan bueno como lo de los demás o que no merece la pena hacerlo. Es normal frustrarse, es normal enfadarse cuando algo no te sale.

Pero tu historia merece ser escrita. Tu historia merece ser leída. Habrá personas que la odiarán, pero también otras que la amarán con todo su ser. Habrá gente que esperará (im)pacientemente a que escribas otro capítulo, otra historia, a que crees otros mundos y personajes.

Coge tus miedos y escríbelos en un papel. Después quémalo. No los escuches. Merece la pena escribir esa línea, o esa escena, o esa historia. Porque si significa algo para ti, seguro que significará algo para alguien más.

Y eso hará que lo que hayas escrito merece la pena.